Crisis hídrica: ¿realidad o ciclo normal de la Tierra?

No habrá peor crisis que la que debamos enfrentar por el agua. La crisis hídrica plantea una interrogante crucial: ¿es una realidad inminente o simplemente parte del ciclo natural de la Tierra? Un empresario, durante el confinamiento, expresó una preocupación profunda al comparar la disponibilidad del agua con la del aire. Mientras el aire, aunque contaminado, sigue estando presente, el agua se vuelve cada vez más escasa. Esta reflexión, lejos de ser alarmista, refleja una realidad que ya no puede ignorarse. Sin embargo, también existe una perspectiva que sugiere que la situación es parte de un proceso natural del planeta. Hoy te invitamos a ser partícipe de este interesante debate a través de una breve revisión de antecedentes del estado actual de la hidrografía del país.

El Chile actual: paradójicamente afectado

Resulta sorprendente viajar al sur del país y observar una gran cantidad de saltos de agua a lo largo de la Carretera Austral, así como regiones denominadas Los Ríos y Los Lagos. Sin embargo, en esta franja de tierra rodeada por el cordón montañoso más grande del mundo, donde se esperaría una abundancia de agua debido a las montañas cargadas de nieve, se proyecta una escasez en los próximos años. Sí, años, no décadas. Según datos hídricos, Chile enfrenta algunas de las mayores complicaciones relacionadas con este vital recurso en Latinoamérica.

¿Cuál es la posible explicación? ¿El extenso y creciente desarrollo ganadero y agrícola, la industria vinícola, la silvicultura? ¿A qué sector podemos culpar en esta ocasión? Según el académico de la Facultad de Agronomía y miembro del Centro de Derecho y Gestión de Aguas de la UC, Guillermo Donoso: “En todos los países del mundo la agricultura es el principal consumidor del agua, por lo tanto, no es una característica nuestra. Los porcentajes difieren, pero es común que este sea el sector que más consume: hay que recordar que son seres vivos que requieren una cierta dotación de agua”.

Por otra parte y, aunque parezca increíble, uno de los mayores depredadores del agua no es el consumo, sino que se trata del derroche humano: “El consumo per cápita en Chile supera al de los europeos. Cambiar hábitos es clave y esto no aplica solo a los jardines: teñir un jeans de azul índigo requiere 11.500 litros por pantalón”, afirma el profesor.

Nuestro comportamiento no ha cambiado con el paso de los años; las experiencias no nos han brindado el aprendizaje suficiente, y seguimos repitiendo las mismas conductas torpes e irresponsables una y otra vez. Desde la llegada de los españoles a México, quienes se encontraron con un eficiente sistema de regadío en la ciudad de Tenochtitlán; sin embargo, en lugar de replicarlo y mantenerlo, optaron por drenar la ciudad por completo, desperdiciando toda el agua y transformando el lugar en asentamientos para nuevos pobladores. Increíble, pero cierto. Este ejemplo ilustra lo poco que nos hemos preocupado por comprender nuestro entorno y las características del lugar donde habitamos.»

El Chile del futuro: ¿y la desalinización de los océanos?

Es cierto que el planeta es más agua que tierra; sin embargo, solo el 0.77% se considera como agua dulce accesible al ser humano, pues el resto es salada. Sí, la desalinización existe, pero su costo de producción versus el producto que entrega es bastante inferior al que se requiere. Los esfuerzos científicos se siguen agolpando en las grandes casas de estudio e industrias para encontrar la forma de simplificar y hacer realmente productivo este proceso que, al menos por ahora, parece ser la única vía de escape del problema. Las plantas desalinizadoras nos proporcionan una fuente alternativa de agua que puede ayudar a garantizar un suministro constante y confiable de agua dulce, reduciendo nuestra dependencia de fuentes convencionales que pueden estar sujetas a la sequía y la escasez.

No obstante, hay que considerar que el ecosistema marino sí o sí se verá afectado. La fauna y flora marina ya deben lidiar con la basura que es arrojada al mar, con el deshielo de las masas de hielo, con la caza indiscriminada que devora parte de su cadena alimenticia y ahora, además, con la descarga de concentrados salinos que terminará con la alteración de su hábitat natural. Asimismo, se trata de infraestructuras costosas de construir y operar, lo que puede resultar en tarifas elevadas para los consumidores y contribuyentes. Finalmente, la desalinización podría desviar recursos y atención de otras soluciones de gestión del agua más sostenibles y menos costosas, como la conservación del agua, la reutilización y la gestión de cuencas hidrográficas.

En resumen, aunque podamos tener diferentes perspectivas, es innegable que nuestro planeta está experimentando cambios a pasos agigantados. En este contexto, la gestión sostenible del agua y la adopción de hábitos responsables son imperativos para abordar esta crisis y garantizar un futuro próspero para las próximas generaciones. Si estás listo para tomar acción, solicita ahora tu asesoría y únete a LiF, Let it Free, Let it Pure, en nuestro compromiso por un futuro más sostenible.

Por: Katherine Hernández Gaete

Ilustraciones por: Valentina Núñez Grandón

FUENTES:

https://www.uc.cl/academia-en-los-medios/es-el-consumo-humano-el-principal-destino-del-agua

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