Hoy en día, el valor de una marca trasciende su rentabilidad económica. La confianza y la lealtad de los clientes están cada vez más vinculadas a los valores que una empresa promueve y cómo estos inspiran a su comunidad. En un contexto donde el cambio climático es una preocupación global, los consumidores valoran enormemente los esfuerzos de las empresas que adoptan tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
Sin embargo, la transformación hacia un modelo sustentable sigue siendo urgente, y el tiempo apremia. ¿Qué impide los cambios drásticos en materia de sostenibilidad, especialmente a nivel local? Dos factores clave: el desconocimiento y el temor. Persiste la falsa creencia de que implementar sistemas de almacenamiento y generación de energías renovables requiere inversiones inalcanzables. A esto se suma la incertidumbre sobre la estabilidad y seguridad de estos sistemas, lo que genera dudas sobre su capacidad para garantizar la continuidad operativa y evitar fallos técnicos.
¿Son estas ideas ciertas? Quédate con nosotros para descubrir cómo una sólida política verde, combinada con una estrategia efectiva de green marketing, puede transformar la percepción de los consumidores sobre tu negocio. Súmate a la conversación con los expertos de LiF Energies. ¡Vamos a ello!

Beneficios económicos
En el mundo empresarial actual, se exige más con menos, lo que demanda una optimización constante de los recursos. Este enfoque es completamente válido, pero resulta problemático cuando se actúa basándose en ideas erróneas o desinformación.
Se tiende a pensar que implementar políticas verdes, como la generación y almacenamiento de energías renovables, implica costos prohibitivos. Además, se percibe que transformar las políticas empresariales existentes acarrea gastos inevitables, como asesorías especializadas, mediciones y auditorías ambientales. No obstante, aunque el primer paso puede ser un desafío tanto logístico como financiero, es totalmente factible obtener un retorno de la inversión.
El green marketing desempeña un papel fundamental en este proceso. Los hábitos de consumo han evolucionado, y los clientes prefieren cada vez más marcas comprometidas con el medio ambiente. “Nos ven, confían y compran” es una de las reglas de oro en las ventas. Sin embargo, si no logramos generar confianza, será difícil mantener la rentabilidad a largo plazo. Incorporar la responsabilidad social en materia ecológica no solo fomenta la lealtad de los clientes, sino que también crea una ventaja competitiva en el mercado.
El auge del marketing verde ha impulsado la aparición de productos que, hasta hace poco, no habríamos asociado con una línea ecológica. Publicidades de diversos formatos destacan ahora los beneficios ambientales de estas ofertas, reflejando el compromiso de las marcas con la sostenibilidad.

La realidad en Chile
En Chile, el interés por el consumo responsable ha crecido notablemente. Según la Encuesta de Sustentabilidad en el Consumo del SERNAC (2022), un 88% de los consumidores señala el compromiso ambiental como su principal motivación, seguido por razones de salud (59%). Sin embargo, el precio sigue siendo el factor determinante para el 82% de los encuestados, mientras que el impacto ambiental ocupa un tercer lugar con un 42%.
Estos datos reflejan que las políticas verdes no solo generan mayor confianza y lealtad en los consumidores, sino que también se integran a las decisiones de compra.
En resumen, robustecer las políticas ecológicas no es solo una decisión financiera inteligente, sino también una oportunidad para inspirar a la comunidad empresarial y fomentar el desarrollo de tecnologías que beneficien tanto al usuario como al planeta.
Si estás listo para liderar la transformación verde, solicita tu asesoría con LiF Energies. Juntos podemos construir un futuro más sostenible.
¡Let it Free, Let it Pure!
Por: Katherine Hernández Gaete
Diseño: Valentina Núñez Grandón